SANTO REMEDIO

Creo que a todos en algún momento nos ha pasado que cuando estamos enfermos una o varias personas nos aconsejan qué tomar o qué hacer para combatir dicha enfermedad. 

Las abuelitas son expertas en memorizar los famosos "remedios caseros" y algunas veces nos insisten y hasta nos lo preparan para poder aliviar nuestro malestar. En mi caso, muchas veces funcionó y otras no, pero aún así por amor confiaba en las indicaciones que ellas me daban.

Creo que todos coincidimos en el pensamiento de que realmente es feo enfermarse y desearíamos nunca estarlo; pero ¿cómo evitarlo? la respuesta es que lamentablemente nunca lo podremos evitar, pero si podemos buscar la manera de combatirlo y recuperarnos.

Hay una mala noticia y es que, no solamente existen enfermedades físicas si no también del alma. El  gran problema es que muchos no lo ven y otros simplemente se acostumbran a una vida con un corazón enfermo: lastimado, herido, lleno de rencores, temores, tristezas y resentimientos, provocando ésto mucho dolor en su vida y en la vida de otras personas.

En mi caso personal conocí algo que siento fue mi "Santo Remedio" y estoy convencida hoy por hoy que es la mejor medicina para el cuerpo, el alma y el corazón de cualquier ser humano. Por ésa razón decidí compartirlo porque con la misma intención de nuestras abuelitas al recetarnos sus famosos remedios, yo comparto contigo lo que cambió y sanó por completo mi vida. Dicho remedio se llama Jesucristo, y aunque no necesariamente es a base de alguna hierba o suplemento, es la solución a cualquier tipo de problema que tengas. Es quien te hace ganar todas tus batallas, te levanta y te restaura, llena cada rincón de tu ser de tal forma que no necesitarás nada más, es lo único que puede aliviar tu dolor y traer esperanza a tu vida.  Él te hace una persona sana y libre tanto física como emocionalmente, te llena de vitalidad, gozo y plenitud. Sana tus quebrantos y te ayuda a empezar de nuevo. Un milagro de vida que hará resucitar en tí, todo lo que estaba muerto. Es el SANTO REMEDIO, que tu corazón y tu alma necesitan!!!

Así que te invito a entregarle tu vida a Jesús, que más allá de llegar a practicar una religión o creencia, te animes a probar de su gran amor y lo aceptes como tu Salvador. Él está esperándote con los brazos abiertos deseando a la vez que te acerques para bendecirte. No tengas temor, te doy seguridad de que es la mejor decisión que puedes tomar, porque ésta vez no tendrás nada que perder, al contrario, ganarás más de lo que puedas imaginar.


Comentarios

Entradas populares de este blog

DIOS HACE JUSTICIA

NO ESTÁS SOLO

PREDISPUESTOS A LO NEGATIVO