GOZO DESAFIANTE
En mi devocional de hoy, Dios me mostró una historia muy particular y a la vez sorprendente la cual con sólo leerla me hizo reflexionar en gran manera. Se encuentra en Hechos 16:22-31. Te invito a leerla.
"Entonces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados mandaron que les arrancaran la ropa y los azotaran. Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel, y ordenaron al carcelero que los custodiara con la mayor seguridad. Al recibir tal orden, éste los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo. A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas. El carcelero despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada y estuvo a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado. Pero Pablo le gritó: -¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí! El carcelero pidió luz, entró precipitadamente y se echó temblando a los pies de Pablo y de Silas. Luego los sacó y les preguntó: -Señores ¿qué tengo que hacer para ser salvo? -Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos - le contestaron."
Después de leer ésto me pregunté ¿Cúantas veces me he sentido como éstos dos hombres? a lo cual me respondí inmediatamente: ¡un millón de veces! y si investigamos específicamente acerca de una prisión Romana, nos damos cuenta que definitivamente es un lugar para prácticamente de inmediato adquirir una enfermedad mental. Un lugar fétido, oscuro, frío, lleno de desesperanza, de alimañas e insectos, apestado a orina y vómito. Pero lo que me llamó poderosamente la atención es que a media noche cuando las otras personas se daban por vencidos y se hundían en la depresión, Pablo y Silas encontraron gozo. Wow, increíble! ¿Cómo en una persona en medio de ése ambiente y bajo ésas circunstancias va a encontrar gozo? ¡Simplemente es de admirar! Ellos escogieron adorar a Jesús en el peor momento de su vida.
Al igual que ellos, muchas veces nos sentimos metidos en una cárcel. Tal vez por depresión, vicios, desánimo, la muerte de un ser querido, desamor, decepción, tristeza... cosas que te hacen sentir atado a sólo momentos feos. Pero la vida nos encomienda una tarea divina, la cual es enfrentar ésos momentos con un gozo desafiante. Cuando usted escoge estallar en adoración sin restricciones en la hora más oscura de su vida, es cuando el mismo cielo hará temblar los cimientos de su ser para librarlo de todo lo que lo ata.
Por éso, ¿Cúal es tu excusa?, gózate y adora a Jesús con libertad y confía en que Él muy pronto te va a liberar!
"Entonces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados mandaron que les arrancaran la ropa y los azotaran. Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel, y ordenaron al carcelero que los custodiara con la mayor seguridad. Al recibir tal orden, éste los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo. A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas. El carcelero despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada y estuvo a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado. Pero Pablo le gritó: -¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí! El carcelero pidió luz, entró precipitadamente y se echó temblando a los pies de Pablo y de Silas. Luego los sacó y les preguntó: -Señores ¿qué tengo que hacer para ser salvo? -Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos - le contestaron."
Después de leer ésto me pregunté ¿Cúantas veces me he sentido como éstos dos hombres? a lo cual me respondí inmediatamente: ¡un millón de veces! y si investigamos específicamente acerca de una prisión Romana, nos damos cuenta que definitivamente es un lugar para prácticamente de inmediato adquirir una enfermedad mental. Un lugar fétido, oscuro, frío, lleno de desesperanza, de alimañas e insectos, apestado a orina y vómito. Pero lo que me llamó poderosamente la atención es que a media noche cuando las otras personas se daban por vencidos y se hundían en la depresión, Pablo y Silas encontraron gozo. Wow, increíble! ¿Cómo en una persona en medio de ése ambiente y bajo ésas circunstancias va a encontrar gozo? ¡Simplemente es de admirar! Ellos escogieron adorar a Jesús en el peor momento de su vida.
Al igual que ellos, muchas veces nos sentimos metidos en una cárcel. Tal vez por depresión, vicios, desánimo, la muerte de un ser querido, desamor, decepción, tristeza... cosas que te hacen sentir atado a sólo momentos feos. Pero la vida nos encomienda una tarea divina, la cual es enfrentar ésos momentos con un gozo desafiante. Cuando usted escoge estallar en adoración sin restricciones en la hora más oscura de su vida, es cuando el mismo cielo hará temblar los cimientos de su ser para librarlo de todo lo que lo ata.
Por éso, ¿Cúal es tu excusa?, gózate y adora a Jesús con libertad y confía en que Él muy pronto te va a liberar!
Comentarios
Publicar un comentario