BUSCANDO LA FELICIDAD
Es muy común que las personas en el transcurso de la vida saquen enseñanzas de los momentos difíciles que atravesaron ellos mismos u otros en determinado tiempo pero es normal preguntarse: ¿Será posible alcanzar algún día la felicidad?.
Muchas veces escribí al respecto y es que nadie dijo que la vida sería fácil. La vida demanda mucho esfuerzo y perseverancia para alcanzar todas las cosas que necesitamos para realizarnos, pero a pesar de éso algunas personas viven sus días sin conocer la verdadera felicidad y al final se dan por vencidos tomando decisiones que desatan consecuencias irreparables e irreversibles tanto para ellos como para sus seres queridos.
Un caso muy particular fue el de dos locutores de Nueva York; John Littig y Lynne Rosen, los cuales eran protagonistas del programa radial "En busca de la felicidad". Ellos exhortaban a los escuchas a ser felices por medio de consejería pero ambos decidieron acabar con su vida y fueron hallados en su casa de habitación junto con unas cartas pidiendo perdón a sus auditores. Es muy triste que alguien decida llegar a éste punto. Procuran inclusive hacer felices a los demás pero ellos no lo son.
Todos deseamos alcanzar la felicidad; pero no necesariamente encontramos la que es eterna y verdadera. Pensamos que la podremos encontrar en lo material, en un buen puesto de trabajo, teniendo muchos amigos o bastante popularidad, entre otras cosas; pero déjame decirte que nada de lo que hay en éste mundo te puede garantizar que la encontrarás.
La verdadera felicidad está en uno mismo. Es allí donde uno decide cómo ver la vida y proyectarse el destino que desea para ser feliz sin importar lo que pase. Lo malo en éste tema es que muchos confunden felicidad con placer. El enemigo se ha empeñado en hacerle creer a la gente que en el placer está la felicidad pero es todo lo contrario. Dios quiere darnos la verdadera felicidad la cual es vivir conforme a su voluntad, y ¿porqué conforme a su voluntad? porque ésta es buena, agradable y perfecta. Las pasiones desenfrenadas son un engaño que nos desvían de las cosas buenas y positivas y generan grandes consecuencias.
Debemos entender que fuimos creados para ser felices, fuimos diseñados para triunfar pero ésto requiere entregar todo de nosotros en lo que hacemos. Las cosas que realmente son importantes son en las que podemos encontrar la verdadera felicidad, y lo material no se incluye. Eso sí, hay que estar anuentes a acercarnos a Dios y esperar que sea el mismo quien nos muestre ésas pequeñas grandes cosas. Dios espera que mientras caminemos (aunque las cosas sean difíciles) confiemos en su poder y tengamos la fe necesaria para vivir el presente sin mucho afán, ya que las presiones obstaculizan la percepción de las cosas lindas y hermosas de la vida.
Así que lucha por encontrar tu felicidad, mira a tu alrededor y dale gracias al Señor por lo que tienes y lo que no. Vive el día a día con optimismo y agradecimiento al Padre. Levántate cada mañana y busca tu felicidad en Dios que es allí, en tu creador, donde realmente puedes serlo. El quiere llenar tu vida con amor, con paz, con bondad, con provisión y muchísima prosperidad. Sólo entrégale tu vida y te garantizo que no te arrepentirás. Todo es mejor cuando contamos con la ayuda y la compañía del más grande. La plenitud está a tu alcance, sólo debes buscarla en el lugar correcto es decir en tu corazón ya que allí está Dios.
Muchas veces escribí al respecto y es que nadie dijo que la vida sería fácil. La vida demanda mucho esfuerzo y perseverancia para alcanzar todas las cosas que necesitamos para realizarnos, pero a pesar de éso algunas personas viven sus días sin conocer la verdadera felicidad y al final se dan por vencidos tomando decisiones que desatan consecuencias irreparables e irreversibles tanto para ellos como para sus seres queridos.
Un caso muy particular fue el de dos locutores de Nueva York; John Littig y Lynne Rosen, los cuales eran protagonistas del programa radial "En busca de la felicidad". Ellos exhortaban a los escuchas a ser felices por medio de consejería pero ambos decidieron acabar con su vida y fueron hallados en su casa de habitación junto con unas cartas pidiendo perdón a sus auditores. Es muy triste que alguien decida llegar a éste punto. Procuran inclusive hacer felices a los demás pero ellos no lo son.
Todos deseamos alcanzar la felicidad; pero no necesariamente encontramos la que es eterna y verdadera. Pensamos que la podremos encontrar en lo material, en un buen puesto de trabajo, teniendo muchos amigos o bastante popularidad, entre otras cosas; pero déjame decirte que nada de lo que hay en éste mundo te puede garantizar que la encontrarás.
La verdadera felicidad está en uno mismo. Es allí donde uno decide cómo ver la vida y proyectarse el destino que desea para ser feliz sin importar lo que pase. Lo malo en éste tema es que muchos confunden felicidad con placer. El enemigo se ha empeñado en hacerle creer a la gente que en el placer está la felicidad pero es todo lo contrario. Dios quiere darnos la verdadera felicidad la cual es vivir conforme a su voluntad, y ¿porqué conforme a su voluntad? porque ésta es buena, agradable y perfecta. Las pasiones desenfrenadas son un engaño que nos desvían de las cosas buenas y positivas y generan grandes consecuencias.
Debemos entender que fuimos creados para ser felices, fuimos diseñados para triunfar pero ésto requiere entregar todo de nosotros en lo que hacemos. Las cosas que realmente son importantes son en las que podemos encontrar la verdadera felicidad, y lo material no se incluye. Eso sí, hay que estar anuentes a acercarnos a Dios y esperar que sea el mismo quien nos muestre ésas pequeñas grandes cosas. Dios espera que mientras caminemos (aunque las cosas sean difíciles) confiemos en su poder y tengamos la fe necesaria para vivir el presente sin mucho afán, ya que las presiones obstaculizan la percepción de las cosas lindas y hermosas de la vida.
Así que lucha por encontrar tu felicidad, mira a tu alrededor y dale gracias al Señor por lo que tienes y lo que no. Vive el día a día con optimismo y agradecimiento al Padre. Levántate cada mañana y busca tu felicidad en Dios que es allí, en tu creador, donde realmente puedes serlo. El quiere llenar tu vida con amor, con paz, con bondad, con provisión y muchísima prosperidad. Sólo entrégale tu vida y te garantizo que no te arrepentirás. Todo es mejor cuando contamos con la ayuda y la compañía del más grande. La plenitud está a tu alcance, sólo debes buscarla en el lugar correcto es decir en tu corazón ya que allí está Dios.
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