PEQUEÑOS GRANDES MILAGROS

Hoy después de escuchar un testimonio de vida me puse a pensar en las tantas razones por las cuales debía agradecer a Dios. Pensé también que muchos de nosotros la mayoría del tiempo pasamos tan ocupados en los compromisos diarios, en las diligencias que tenemos que hacer, en las tareas pendientes de nuestro trabajo o simplemente dedicamos gran parte del día en pensamientos erróneos, actitudes negativas y en muchas preocupaciones que al final no nos dejan percibir los pequeños grandes milagros que recibimos de parte de Dios todos los días.

¿Te has puesto a pensar en las bendiciones que recibes diariamente? Te puedo nombrar por ejemplo: que estés leyendo éste mensaje éso quiere decir que Dios te está regalando minutos de vida que cualquier persona que sabe que tiene el tiempo contado los desearía, el que tengas salud y un cuerpo sano con todas las capacidades físicas cuando otros están atravesando una enfermedad que les impide trabajar o hacer cosas tan básicas como comer o caminar, una familia que espera que llegues con bien a casa y están contigo cuando te encuentras en aprietos, amigos que te apoyan y te acompañan cuando lo necesitas, y lo demás que ha sido añadido a tu vida (profesión, trabajo, cosas materiales, etc).

Cuando pienso en ésto me digo a mí misma: Soy una mujer afortunada y muy bendecida, porque aunque estoy atravesando momentos duros y complicados, hay otros que han tenido que enfrentar cosas peores y que son realmente duras y complicadas. Y para mí es increíble ver como hay historias de personas que han tenido que luchar contra viento y marea y aún así se han levantado y han mantenido una actitud positiva. Éso es de admirar, y valoro muchísimo esos testimonios porque nos enseña que no vale la pena quejarse tanto por cosas que al compararlas con otras son totalmente insignificantes.

El don de la vida es uno de los mayores milagros que Dios nos da, ya que cada día que pasa es una nueva oportunidad de hacer las cosas bien y corregir lo que está mal, ayudar a quien lo necesita, luchar por nuestros sueños, aprender de las experiencias y vivir agradecidos con lo que tenemos. El poder abrir nuestros ojos al amanecer, cubrir nuestras necesidades básicas, ver a nuestros padres y hermanos al lado, abrazar a alguien, sonreir, expresarnos, amar a los demás, entre muchas otras cosas, son las que al final de cuentas se convierten en pequeños grandes milagros que ni siquiera el dinero puede comprar.

La Biblia dice: " Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.  Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Lamentaciones 3:22-23".

Así que no olvides que sus misercordias son nuevas cada mañana, que es por gracia que recibimos lo que nos hace falta. Realmente vale el esfuerzo decidir ser felices con lo que somos, con lo que tenemos, con lo que no tenemos y con las personas que Dios determinó fueran parte de nuestro camino. Al Señor es a quién debemos agradecer y alabar siempre, porque todo lo que somos y tenemos se lo debemos a Él!!!

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