SABER ESPERAR

¿A cúantos de nosotros nos ha pasado que por no saber esperar tomamos malas decisiones o cometemos errores?

Nos angustiamos, nos enojamos, nos preocupamos y hasta nos deprimimos porque no obtenemos lo que queremos en el momento deseado. No sabemos esperar el momento oportuno y exacto para tomar decisiones actuando con demasiada prontitud, precipitación e incluso de forma imprudente poniendo en riesgo a personas cercanas generando consecuencias tanto a corto como a largo plazo. Según las decisiones que tomemos así serán las consecuencias. Podrán ser positivas o negativas pero casi siempre cuando no esperamos y confiamos en Dios las cosas salen mal o no como prescisamente lo esperamos.

Probablemente hay quienes pasamos por momentos en los que pedimos a Dios y clamamos por ayuda, desesperados y preocupados pero pretendemos que su respuesta sea inmediata. Tenemos que entender que Dios para todo tiene un tiempo perfecto y Él siempre actúa en el momento justo. Nunca llega tarde.

No quiere decir que tienes que tener un pensamiento conformista o actitudes pasivas, al contrario debes de crecer en positivismo, entusiasmo y fe mientras esperas ya que Dios tiene un plan perfecto para tu vida.

Para llegar a alcanzar lo que te propongas debes creer en todo momento en las promesas y bendiciones que Dios te brinda. Mientras esperamos nuestro carácter va siendo transformado, nuestros anhelos fortalecidos y el amor se va incrementando. No te rindas, lucha y persevera. Pronto alcanzarás lo que tu corazón anhela. Sólo espera en Dios quien solamente quiere lo mejor de lo mejor para nosotros.

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