CONSUELO ETERNO

¿Alguna vez has sentido que tu tristeza es demasiado grande para tu corazón? ¿Las dificultades te carcomen las pocas ganas que te quedan de seguir? ¿Sientes que es demasiada la carga, tanto que te quema y te asfixia internamente? Sé en carne propia lo que es sentirse tan angustiado y tan impotente que lo único que te queda es llorar y llorar hasta que el sentimiento se ahogue en llanto o que el sueño te atrape y olvides por un momento lo malo que estás atravesando. Sé muy bien lo que es que muchos te digan que te aman y al final de cuentas estás completamente solo y no te queda otra opción que enfrentarlo aunque sea a rastras. Sé que no es fácil, y puedo darte testimonio al respecto pero también sé que Dios traerá consuelo a tu vida si así tu lo dispones.
Hay momentos que humanamente las fuerzas no dan. Es más la culpa, el dolor, la decepción, el engaño y la contradicción que las cosas lindas que te pueden alegrar el día y llenarte de tranquilidad; pero déjame decirte que hay alguien que prometió estar con nosotros hasta el fin de los días. Dios mismo ofrece traer consuelo a nuestro corazón. Él enjuga nuestras lágrimas y nos abraza cuando más solos nos sentimos. Como buen padre nos enseña y nos recuerda que todo está bajo su control. Que apesar de que sintamos que nada ni nadie está a nuestro favor, Él está pendiente de cada detalle, de cada sueño y de cada anhelo.  Pero también es necesario que nos levantemos y enfrentemos ésas situaciones confiando totalmente que todo obrará para nuestro bien.
Puede que prescisamente hoy sientas que no puedes más o que éso que te está pasando a nadie le importa ni le interesa, pero el Señor está a tu lado sin importar si te equivocaste o no. Él te cuida y te consuela. Sabe que es lo que te preocupa y sabe también que más allá del dolor hay un lugar mejor para tí. Todo en la vida pasa y ése dolor también pasará. Confia en sus promesas y no descartes su ayuda divina. Él quiere darte lo mejor pero es justo afilarnos cuando atravesemos el desierto.
Por éso lucha hasta el final, no te rindas! Puede ser que te sientas mal y que tu ánimo ahorita está por el suelo (de lo cual no te culpo porque somos seres humanos) o que tu corazón esté roto y muertos tus sentimientos; pero Dios quiere que recibas su consuelo eterno y confies plenamente en lo que Él tiene preparado para tí. Sigue adelante, no tires la toalla y no dudes en acercárte a su trono. El quiere bendecirte, escucharte y chinearte. Si lo haces te aseguro que todo se tornará más fácil y más llevadero.

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